En un montaje repartido en tres partes y que se expone en la iglesia parroquial, los belenistas de la localidad han reproducido los monumentos más emblemáticos de la villa caucense (El Castillo, la Torre de San Nicolás, La Muralla o la Iglesia Parroquial).
Pero es de destacar el trabajo realizado en equipo durante los dos últimos meses, dedicando entre dos y tres horas diarias a su elaboración, con grandes dosis de ilusión, dirigidos por el nuevo párroco y con el equipo de la Asociación cultural que en los últimos años ha montado los diferentes Belenes.
Además, David Rubio Galindo, ha creado un disco con fotografías en donde se puede observar todo el proceso de elaboración, constatando el esfuerzo y dejando el trabajo para el recuerdo.
Enhorabuena a todos los que han hecho posible el extraordinario Belén.
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