sábado, 14 de diciembre de 2013

REINDUSTRIALIZACIÓN, DIVERSIFICACIÓN Y EMPLEO.

Las últimas cifras conocidas de paro en nuestra provincia arrojan unos resultados de 12.536 personas contabilizadas en esta terrible situación con datos del mes de noviembre. Pero además las cifras de cotizantes a la Seguridad Social sufren un descenso del 2,6%, con 1.503 trabajadores dados de alta menos que hace un año, situándose en 54.718 los segovianos/as afiliados/as. Este problema no por ser una constante deja de ser traumático, ya que detrás de estos números se encuentran situaciones personales y familiares complicadas de segovianos y segovianas que llevan soportando un largo periodo engrosando las listas del desempleo y con nulas expectativas de mejora.

Ante esta situación los poderes públicos y el partido que los sustenta, el PP,  no pueden permanecer impasibles esperando que esta lacra mejore por su cuenta, esperando que los mercados lo consigan por si solos,  sin tomar medidas urgentes para propiciar un cambio de tendencia y recuperar el empleo, sería una enorme irresponsabilidad.

En múltiples ocasiones se han comentado las potencialidades turísticas, patrimoniales, naturales, geográficas, de infraestructuras, la cercanía a Madrid, etc., que atesora la provincia, pero lo cierto es que las cifras de la población segoviana no varían, más bien disminuyen, la despoblación sigue haciendo mella, también el envejecimiento y el éxodo de los jóvenes es una triste realidad. Ante esto ¿qué hace la Junta y el Gobierno de España?.

Siguiendo los datos oficiales podemos observar como el único sector que ha conseguido mantener su actividad en esta coyuntura tan complicada ha sido el sector agroganadero y su industria, a pesar de los pocos apoyos y que parte de la producción se elabora fuera de nuestras fronteras. Sin embargo el sector servicios ha sufrido un fuerte retroceso, sobre todo lo relacionado con la construcción, y el sector industrial tiene escaso peso en la provincia.

Por ello es absolutamente necesario y urgente poner en marcha medidas que posibiliten el asentamiento, mantenimiento y creación de empresas que puedan generar empleo y actividad económica en la provincia y consigan un descenso del número de desempleados en la provincia y ¿por qué no? el asentimiento de nuestros jóvenes, incluso el aumento poblacional.

No podemos olvidar que en la actualidad la Comunidad Autónoma de Castilla y León,  no cuenta con un Plan de Industrialización que impulse y coordine las actuaciones públicas y privadas de asentamiento, mejora y desarrollo de actuaciones industriales en nuestra comunidad. Es un gran hándicap y un debe muy importante por parte del Gobierno del PP en la Junta.

Desde 2008 la Comunidad ha perdido 46.400 empleos en el sector industrial, casi uno de cada cuatro de los puestos existentes en este ramo. Además, en el inicio de este ejercicio operaban en Castilla y León 12.240 empresas encuadradas en este sector, 1.316 menos que al inicio de la crisis, según señala un informe de Comisiones Obreras.

            El aludido informe constata también que este sector registró un decrecimiento de su PIB entre 2008 y 2012 del 5,23 por ciento, el doble que el experimentado en igual periodo por el conjunto de la economía de la Comunidad. El Índice de Producción Industrial (IPI) de Castilla y León se situaba en 2008 en 105,3 puntos, mientras que este año se ha rebajado hasta el 79,3 (77,3 en la industria manufacturera).

           La industria manufacturera ocupa a 111.000 asalariados, con un impacto de la crisis sobre 35.000 respecto a los que había en 2008 y aporta el 14,1 por ciento del PIB. El número de parados del sector industrial se elevó en este periodo un 163,8 por ciento.
La importancia para la economía autonómica de estas actividades queda de manifiesto en que representan el 19,1 por ciento del PIB de la Comunidad y emplean a 140.800 personas (el 15,7 por ciento del total de ocupados en la Comunidad), 125.800 asalariados, de los que el 85,5 por ciento son indefinidos.

En nuestra provincia después de la insistencia del Grupo Socialista en la Diputación,  para impulsar  el desarrollo provincial, se aprobó por consenso un Plan Estratégico Provincial en la sesión plenaria del 28 de enero de 2010, muy ambicioso,  buscando como objetivo claro efectuar una planificación en la aplicación de los recursos que permitiera propiciar el desarrollo económico y social del conjunto de toda la provincia. El Plan, diseñado para el periodo 2010-2014, se articulaba mediante seis ejes que se consideraban esenciales para relanzar económicamente la provincia con un desarrollo equilibrado y comprometido con el medio ambiente.

El PP durante las elecciones municipales de aquel momento, puso el acento en su importancia para la provincia, intentando apropiarse del mismo y después prácticamente se olvido. Recordamos que para cada uno de esos ejes el Plan fijaba una serie de objetivos estratégicos y diseñaba unas líneas de actuación tendentes a su consecución, que después de la aprobación de la moción socialista presentada en el pleno de abril de 2013, se debe revisar y actualizar antes de que termine su periodo de vigencia, si se quiere utilizar como herramienta útil de desarrollo provincial ya que de lo contrario pasara a la historia como otro fiasco.

Antes estas herramientas de planificación y con la complicada situación laboral de nuestra provincia,  que tiene el terrible honor de ser una de las once provincias españolas que en la tasa interanual de este último año ha aumentando la cifra del paro en 145 personas, parece lógico pensar que los Gobiernos de España y de la Junta, algo tendrán que hacer de forma extraordinaria para solucionar esta lacra social.

Por ello es fundamental que el Ministerio de Industria y la Junta realicen un apoyo financiero a la industria segoviana, estimulando la inversión empresarial que contribuya al desarrollo industrial y articule un programa de reindustrialización, mediante incentivos a las nuevas implantaciones industriales, atracción de inversores así como a los aumentos de capacidad de producción o las relocalizaciones que las empresas industriales decidan acometer para ganar competitividad.

Dicho estímulo se debe basar en apoyos a cualquier sector industrial, de manera que se potencie la evolución de las empresas beneficiarias hacia nuevos modelos de producción más avanzados, eficientes y respetuosos con el medio ambiente, y hacia la fabricación de productos y la prestación de servicios de mayor valor añadido, que les permitan acceder e incrementar su presencia en los mercados internacionales, todo ello generaría empleo sin ningún lugar a dudas y diversificaría la economía segoviana.

Este programa de reindustrialización que los socialistas pedimos debería compensar los desequilibrios económicos, apoyando de forma específica nuestra provincia  al estar en desventaja frente al resto del territorio español.

No conviene olvidar que en los últimos años en la provincia empresas importantes desaparecieron o quedaron relegadas al ostracismos tales como: La Choricera, Klein, Gil Vargas, Femsa, Yazaki Monel, Alena, Idemsa, Cesquisa, Molduras Samboal, Proinserga, Santa Teresa, Cerámica García Cuesta, Muebles Cuéllar, Bodegas Cerrosol, etc. en total más de 3.000 empleos del sector industrial desaparecieron, por lo que la reindustrialización es necesaria.

La mayoría del PP en el Parlamento español, las Cortes de Castilla y León y en el pleno de la Diputación, donde se sientan importantes dirigentes populares,  alcaldes con problemas mayúsculos en sus poblaciones y zonas de influencia, ha votado en contra de esta iniciativa socialista de reindustrialización en las últimas semanas y realmente es para preguntarse cuál es el motivo por los que se niegan a apoyar la existencia de un plan dotado con los fondos necesarios para la provincia, tan necesario y perentorio para el empleo, la diversificación económica y el futuro de la provincia, será como siempre que para tapar la inactividad  ¿la culpa es de otros?, ¡Qué lástima! pero desde luego algunos seguiremos reclamándolo porque Segovia lo necesita.


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