lunes, 1 de julio de 2013

La modificación de las Bases de Régimen Local sólo por consenso.





El Gobierno de España tiene que modificar  el Anteproyecto de Ley para la racionalización y sostenibilidad de la administración local, por ser lesivo para los intereses de los ciudadanos y consensuar un texto con las Federaciones de Municipios y Provincia y los partidos políticos.

La modificación de las bases del Régimen Local, pone en cuestión la autonomía municipal garantizada por la Constitución Española, la Carta Europea de Autonomía Local y el Estatuto de Autonomía de Castilla y León.

Este Anteproyecto pone en jaque los fundamentos del municipalismo, que siempre se han  basado en la calidad de vida de los vecinos y vecinas, la convivencia cívica y la promoción de la participación ciudadana, un modelo que ha garantizado la cohesión social en nuestro país durante los últimos 30 años.

Lo que realmente necesitan los municipios es la reforma de la financiación local para garantizar la suficiencia financiera de las entidades locales, como garantía efectiva de la autonomía local y de cumplimiento de los principios de equilibrio presupuestario, sostenibilidad financiera, calidad de los servicios e igualdad de acceso a los mismos.

Ni la participación ciudadana, ni la calidad del espacio público local, ni la ciudadanía con sus necesidades y aspiraciones se citan siquiera en este anteproyecto, que limita las competencias locales, especialmente de los municipios, hasta ahogar la estructura de servicios para las personas que han creado los ayuntamientos democráticos para dar respuesta a las necesidades sociales de la infancia, los jóvenes, las familias, las personas mayores y el conjunto de la ciudadanía.

Existe un acuerdo muy extendido en el mundo local sobre la necesidad de actualizar las leyes que regulan las competencias y la financiación de las entidades locales. Todos compartimos la necesidad de incorporar criterios de eficiencia al conjunto de las Administraciones públicas –y no solo a las entidades locales-, pero en ningún caso ello puede suponer la supresión o el encarecimiento de servicios esenciales, como  los servicios sociales, educativos, sanitarios, de información y orientación a los consumidores y usuarios, de promoción de la igualdad de oportunidades,  de apoyo a los jóvenes, de asistencia a las personas mayores, de inserción social de personas con necesidades específicas y de promoción del desarrollo local y el empleo.

Con esta reforma que propone el Gobierno del PP los alcaldes y alcaldesas de Segovia y sus equipos de gobierno, que han sido elegidos por sus vecinos en las urnas  con un proyecto político para gobernar en sus pueblos y ciudades, ya no serán los responsables de tomar las decisiones y gestionar  los servicios  que deberían prestar desde sus Ayuntamientos.

Este proyecto ignora cualquier criterio de evaluación de los servicios públicos locales que tenga que ver con su eficacia para dar respuesta a necesidades sociales de los ciudadanos y mejorar las oportunidades de la comunidad local para crear riqueza y empleo. Se limita a una evaluación de la eficiencia con la referencia exclusiva del coste estándar de los servicios y la estabilidad presupuestaria. Refleja un profundo desconocimiento del papel real que desempeña la estructura municipal  en la vertebración del Estado.

Por otro lado  el desmantelamiento del sector público local puede poner en peligro muchos puestos de trabajo en Castilla y León, tanto directos de las entidades locales como en empresas adjudicatarias de servicios locales. Ni para unos ni para otros existe ninguna garantía en este anteproyecto.

El pleno de las Cortes de Castilla y León, del 12 de junio de 2013 aprobaba por unanimidad alegaciones al Anteproyecto de Ley para la racionalización y sostenibilidad de la Administración Local del Gobierno de España, lo que supone una verdadera enmienda a la totalidad del texto presentado.

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