miércoles, 12 de octubre de 2011

Ordenar el territorio ¿para cuando?


Hemos conocido por los medios de comunicación que la Junta quiere poner en marcha un nuevo modelo de Ordenación del Territorio para Castilla y León.

Desde entonces han sido varias las noticias que el Gobierno del PP de la Junta ha publicado en los medios de comunicación  de Castilla y León.

Todaviá no tengo conocimiento oficial de las propuestas e ideas de este nuevo modelo de organización territorial para la provincia de Segovia, y que parece ser pretende cambiar tanto el papel de los municipios como el de la propia Diputación.

Me pregunto, si este es el anuncio definitivo del Gobierno del PP en la Junta para ordenar y organizar el territorio de castilla y león, o más bien es otro canto de sirena como los otros seis intentos realizados por el PP en sus años de gobierno y que después pasaron a dormir el sueño de los justos en un cajón de alguna oficina apartada y marginada.
 
En su día nos dijeron que prepararían áreas funcionales, ahora que toman como modelo las Áreas Básicas de Salud, por lo tanto el desconcierto sigue funcionando y la realidad es que el tiempo avanza y las oportunidades se pierden.

He podido comprobar que los municipios demandan información, sobre este modelo, sobre la financiación y compromisos que aportará la Junta para llevar a cabo esta ordenación territorial y sobre las obligaciones o imposiciones que siempre intenta comprometer la Junta a los Ayuntamientos cuando se producen estas variaciones.
Por ello, es fundamental la información y participación de la Diputación y de los Ayuntamientos en este proceso.

Manifiesto mi predisposición al diálogo y trabajo conjunto en la ordenación territorial de la provincia, una vez que se conozcan los datos concretos, esperando la receptividad del Presidente de la Diputación para abordar cuanto antes una posición común para la provincia y un calendario participativo con todos los actores que tienen algo que decir en el proceso.

Cuando se inicia un proceso de cambio territorial que pretenda llegar a buen puerto, es de recibo realizarlo contando con todos los implicados y bajo las premisas del diálogo y del consenso.

Las evidencias históricas señalan el fracaso de 24 años de gobierno del PP en Castilla y León para conseguir ordenar un territorio que muestra la despoblación y el envejecimiento como síntomas principales de dichas políticas erráticas y del fracaso en construir una comunidad con mayores oportunidades económicas, sociales y de futuro.

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